Capítulo 1 – Los Peinados

Los peinados constituyen uno de los elementos de nuestro patrimonio cultural y uno de los legados más populares de nuestro folclor. Mediante ellos los hombres y especialmente las mujeres de todas las generaciones, con mucho esmero han adornado sus cabezas organizando y componiéndole cabello en trenzas, gusanillos, guineas, tumbos; dándole rienda suelta a su vanidad y creatividad en su arreglo personal especialmente para los momentos de alegría  y jolgorio.

La riqueza étnica del Departamento del Chocó, que es el primer factor determinante en la variabilidad de los cabellos y por ende en la variabilidad de los peinados. El segundo factor  son las influencias interculturales, ya que cada cultura ha aportado los elementos característicos de sus peinados y han influido la una en las otras en la elaboración de otros peinados. Y  el último factor es  la creatividad de sus mujeres que han sabido combinar dichos elementos, creando otros peinados hasta hacer de este legado un arte y  de su oficio una forma de subsistencia. 

Existen en el Chocó todos los tipos de cabellos, el crespo  o ensortijado, el rizado u ondulado,  el liso o lacio y sus estados intermedios; producto de los mestizajes entre las culturas negras (90%), blanca (6%) e indígena (4%) que históricamente constituye la población chocoana. Dentro de cada cultura, los peinados varían  dependiendo de la edad, sexo, grado de escolaridad y aun del factor económico.

Cultura Negra

Los peinados en la cultura negra han sido un legado ancestral lleno de significados. No eran simples adornos, sino verdaderos códigos sociales que comunicaban mensajes sobre la edad, la identidad, la pertenencia y las circunstancias de la vida. En cada trenza se plasmaba un símbolo de resistencia, memoria y dignidad, transmitido de generación en generación como una herencia viva. Estas formas de peinar no solo embellecían, sino que también preservaban historias colectivas.

Cultura indígena

En las comunidades indígenas, el cabello es un símbolo de igualdad y respeto. Hombres y mujeres suelen llevarlo suelto y largo, reflejando la idea de equilibrio entre géneros. Algunas mujeres, sin embargo, optan por recogerlo en colas de caballo o en trenzas sencillas. Estos estilos, aunque sobrios, están impregnados de significado cultural y muestran la conexión con sus raíces y tradiciones.

Cultura blanca

La cultura blanca, que constituye aproximadamente el 6% de la población chocoana, también ha dejado su huella en la tradición de los peinados. Sus cabellos, generalmente lacios y de textura más fina, se organizan en estilos como colas de caballo, moñas y bucles, expresando un ideal de orden y pulcritud. Aunque menos elaborados que los peinados afrodescendientes, estos estilos reflejan la influencia europea en la región y aportan diversidad a la estética chocoana.

El arte de peinar en el Chocó

Los peinados son Artesanías temporales, con más durabilidad que los castillos de arena. La durabilidad de los peinados puede ser diaria, semanal o mensual. Los peinados elaborados en cabellos crespos más duraderos son que los elaborados con cabellos ondulados y lacios. Los peinados de gusanillos  son los que tienen  mayor durabilidad que moñas, churimas y crespos; esta durabilidad depende del cuidado que se le dé al peinado; pues hay personas que aseguran que sus peinados ha durado hasta  6 meses.

El proceso creativo del peinado

Los peinados reflejan un proyecto muy similar al de construir un edificio; ya que en él se distinguen las tres etapas: la planeación, ejecución y evaluación del peinado. Cada una de estas etapas determina un tiempo y un proceso de desarrollo.

a.- La Planeación:

  • Es la etapa en la cual se diseña el peinado. Este proceso requiere de mucha creatividad y conocimiento científico; y en esta etapa quedan determinada la estructura del peinado (carreras, número de moños, componentes, y número de componentes por moños); los accesorios, el tiempo de elaboración y de duración del peinado, así como los costos del mismo.

  • Las peinadoras diseñan los peinados en la mente y en algunas ocasiones lo trazan en una hoja de papel que luego desechan; por tal razón no existe en el Chocó un catálogo o revista donde se exhiban los peinados chocoanos.

b.- La Ejecución:

  • En esta etapa se elabora el peinado teniendo en cuenta el modelo planeado y el proceso de elaboración requiere de mucho ingenio, de habilidades, destrezas y mañas para obtener un peinado bien acabado.

  • Una vez acondicionado el cabello se procede a la composición y decoración del peinado planeado.

En la elaboración de un peinado se distinguen las siguientes etapas:

  • 1ª Etapa: se acondiciona el cabello previamente lavado, se seca, se engrasa y con una peinilla se desenreda.

  • 2ª Etapa: En esta etapa se compone el peinado planeado. No existe un modo general de elaboración, pues cada peinado tiene su diseño y cada peinadora tiene su propio estilo para elaborarlo.

  • 3ª Etapa: Es la última etapa en la elaboración del peinado y en esta se procede a decorar el peinado de acuerdo a lo planeado.

c.- La Evaluación:

  • Es la etapa en la cual se valoran las etapas anteriores, cuando se evalúan las cualidades del peinado, tales como belleza, acabado y la durabilidad; así como también el ingenio y la creatividad que él refleje.

“Las peinadoras son artesanas de la identidad: con sus manos transforman el cabello en símbolos de memoria, cultura y pertenencia.”

Las Peinadoras

Son artesanas del peinado, diariamente se esmeran no solo por hacer peinados distintos, si no también por elaborarlos y adornarlos de la mejor forma posible. Por medio de los peinados, las mujeres representan objetos naturales o artificiales, dándole al peinado en nombre del objeto representado e incluso escriben el nombre de la persona peinada.

Las peinadoras diseñan los peinados en la mente y en algunas ocasiones lo trazan en una hoja de papel que luego desechan; por tal razón no existe en el Chocó un catálogo o revista donde se exhiban los peinados chocoanos.

Hablando de peinados

Madolia Dediego Parra

Folclorista, poeta y gestora cultural, hija de Patrocinio De Diego Espinosa y Esneda Parra Bejarano. Desde muy joven mostró su pasión por la cultura popular, escribiendo sus primeros versos a los 12 años. Inició su carrera a los 17, vinculándose a grupos folclóricos que llevaron el arte del Chocó a escenarios nacionales e internacionales. Fue directora de instituciones culturales, instructora de danzas y promotora incansable del patrimonio afrocolombiano. En este proyecto, aportó su conocimiento sobre la historia y el nombre de los peinados, dejando huella como guardiana de la memoria cultural de su pueblo

Emilia Caicedo Osorio

Natural de Quibdó, es licenciada en Psicopedagogía y Administración Educativa, además diplomada en Arte y Cultura por la Universidad Tecnológica del Chocó. Se ha desempeñado como profesora en instituciones educativas de la ciudad y ha dedicado su vida a rescatar y difundir los peinados tradicionales chocoanos. Desde 1981 participa en eventos culturales mostrando diseños antiguos como el banano, la piña o las churimas, convencida de que el cabello crespo es una fortaleza natural y una fuente de creatividad que refleja la identidad afrodescendiente

Lastenia España Caicedo

Nacida y residente en Quibdó, es Administradora Pública Municipal y Regional de la Escuela Superior de Administración Pública. Aunque no vive actualmente del oficio, durante su época estudiantil el arte de peinar fue un medio de sustento. Hoy conserva esa tradición en el hogar, peinando a sus hijas con creatividad y amor. Para Lastenia, peinar es un talento innato y una forma de expresar sensibilidad y estética, aunque ella misma prefiera llevar el cabello alisado por costumbre

Eva del Carmen Machado Ríos

Nacida en Lloró y actualmente radicada en Quibdó, es Licenciada en Biología y Química, además de Administradora de Empresas egresada de la Universidad Tecnológica del Chocó. Posee especializaciones en Gerencia de Servicios Sociales (FUCLA) y en Administración Pública (Universidad Antonio Nariño), así como un diplomado en Gerencia del Servicio al Cliente de la Universidad de Medellín. Coordina el área de Gerencia de Servicio al Asociado.

Su amor por el peinado nació desde niña y lo ha cultivado en su vida familiar: dedica los fines de semana al cuidado del cabello de sus hijas, a quienes peina siguiendo tradiciones como cortarles las puntas en cuarto menguante. Con paciencia y destreza, elabora gusanillos y churimas que perduran toda la semana. Ha compartido sus conocimientos con otras personas y se considera una peinadora profesional por vocación y experiencia

Mónica Yasira Perea Palacios

Nacida y residenciada en Quibdó, es Administradora de Empresas egresada de la Universidad Tecnológica del Chocó. Su formación se ha fortalecido con especializaciones en Gerencia de Servicios Sociales (FUCLA) y en Administración Pública (Universidad Antonio Nariño), además de un diplomado en Gerencia del Servicio al Cliente en la Universidad de Medellín. Actualmente se desempeña como Coordinadora del área de Gerencia de Servicio al Asociado, combinando su rigor profesional con el orgullo de sus raíces afrodescendientes

Sixta Tulia Escobar Mena

Nacida y residente en Quibdó, es Licenciada en Ciencias Sociológicas de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y Magíster en Desarrollo Educativo y Social por la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá. Desde 1974 ha sido docente en el Instituto Femenino de Enseñanza Media y en la Universidad Tecnológica del Chocó, donde también ha asesorado investigaciones y proyectos comunitarios.

Su trayectoria combina la docencia con el liderazgo cultural y social: organizó el Grupo de Danzas del IFEMP, fue presidenta del Consejo Directivo de la UTCH y ha investigado la historia de los barrios de Quibdó. Su participación en este proyecto refleja su compromiso con la preservación de la identidad afrocolombiana y la transmisión del conocimiento desde una mirada crítica y sociológica

Luz Estella Moreno Moreno

Conocida cariñosamente como la “Hija de Pacho Lancha”, es egresada y profesora de tiempo completo del I.F.E.M.P. de Quibdó. Administradora de Empresas y Licenciada en Psicopedagogía y Administración Educativa de la UTCH, complementó su formación con posgrados en Educación Ambiental (Universidad Santiago de Cali) y en Educación Personalizada (Universidad Católica de Manizales). Su trayectoria refleja un fuerte compromiso con la enseñanza y con la formación integral de nuevas generaciones

Josefa Córdoba Palacios

Nacida y residenciada en Quibdó, es abogada de la Universidad Gran Colombia de Bogotá. Cuenta con una especialización en Derecho Administrativo de la Universidad Externado de Colombia y un diplomado en Derechos Humanos de la Universidad del Valle. Ha ocupado cargos relevantes como Secretaria del Ministerio de Hacienda, Coordinadora del Grupo Colombo-Peruano y Asesora en distintas instancias, mostrando un compromiso constante con la defensa de los derechos y el servicio público

Yudy Claritsa Mena Rentería

Quibdoseña, modelo profesional y diseñadora de moda graduada en la Escuela de Bellas Artes de Cali. Aunque domina técnicas de peinado como churimas, moñas, gusanillos y crespos, ha optado por llevar el cabello corto como una afirmación de identidad. Para ella, este estilo no solo resalta su personalidad, sino que también refuerza su presencia en el modelaje, donde el corte bajo transmite mayor impacto y fuerza visual

Hermana Ángela María Vélez Restrepo

Nacida en Itagüí (Antioquia), es religiosa de la comunidad Dominicas de la Presentación. Licenciada en Administración Educativa, Magíster en Educación y especialista en Evaluación Pedagógica, ha combinado su vocación espiritual con un profundo compromiso por la enseñanza. Ha ejercido como docente universitaria, rectora y coordinadora académica en distintas instituciones. Autora de varios textos de educación religiosa, considera que los peinados son una expresión viva de creatividad y aprendizaje, capaces de reflejar situaciones sociales y culturales. Para ella, Matemáticas en los peinados chocoanos es una propuesta innovadora que convierte la matemática en un proceso lúdico, estético y riguroso, despertando en los estudiantes el interés por la investigación y la precisión

Chonto Abigail Serna Arriaga

Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Tecnológica del Chocó Diego Luis Córdoba, se ha formado como etnoeducador en cultura afroamericana y trabaja en procesos de etnoeducación con comunidades negras organizadas. Defiende que educar con identidad implica enseñar desde las raíces culturales, donde los peinados chocoanos son símbolos cargados de historia y jerarquía social. Aunque confiesa que solo sabe hacer “crespos de dos patas”, luce con orgullo los peinados tradicionales como una reafirmación de su identidad cultural y estética. Su testimonio resalta el valor de estos estilos como parte del cimarronaje epistemológico y la construcción de la personalidad libre

Yasmina Lozano de Mosquera

Licenciada en educación y asesora clave de este proyecto, Yasmina Lozano de Mosquera aportó su conocimiento pedagógico y compromiso académico en distintas etapas del trabajo. Su participación fue esencial tanto en la asesoría como en la aplicación del proyecto en la primaria de la I.E.F.E.M.P., donde con dedicación contribuyó a que la propuesta etno-matemática se hiciera realidad en las aulas

Otros que aportaron su voz al proyecto.

El proyecto también se enriqueció con la voz y experiencia de colaboradores diversos. Ercicia Condive Dogerama, educadora emberá del Alto Baudó, compartió la visión ancestral sobre el cuidado del cabello en su comunidad . Nohemí Vásquez Giraldo, estilista de El Carmen de Atrato, aportó su práctica de años en el arte de la peluquería y la creación de estilos para niños.

A ellos se sumaron hombres como John Herbert Valencia Barco, abogado y músico, que asocia el orgullo de sus peinados con símbolos de libertad; y Daniel Atchebro, soldado profesional y artista plástico, quien ha experimentado con peinados jamaiquinos como forma de expresión estética.

El grupo continuó con Alcides Álvarez Garro, abogado y músico, que defiende los peinados como parte de la creatividad individual ; y Jhonny Samir Palacios Cossio, cuya experiencia refleja la fuerza de las tradiciones en los jóvenes. Luis Germán García Pino, músico y docente, también destacó la importancia de estos símbolos culturales desde su rol artístico.

Finalmente, Jaime Leudo Hurtado y César Augusto Murillo Valencia recordaron la conexión de los peinados con la vida comunitaria y la música. Murillo, director de la Banda de Paz del Colegio Carrasquilla, compartió cómo su identidad se reflejó tanto en los afros que lució como en los cortes bajos, hasta su actual estilo rapado que llama con humor “la salvación de los calvos”

Sobre el origen del peinado en el Chocó

La mujer fue la coronación de la creación, y según la Biblia, Dios la embelleció y adornó. No obstante, desde la más antigua civilización, el sexo femenino ha luchado para lucir de manera perfecta sus cabellos y sus atractivos físicos, y para ello, el peinado ha ocupado un lugar muy privilegiado en la historia de la belleza femenina.

El peinado, aunque suele realizarse como un gesto maquinal que se hace a veces sin cuidado, debe realizarse sin brusquedad con el fin de no maltratar el cabello. Durante mucho tiempo el peinado se ha caracterizado como el complemento ideal para cualquier atuendo que luzca una mujer en un momento determinado de su existencia. En las mujeres del Chocó, es usual que luzcan su cabeza envuelta en pañoletas, pañuelos o turbantes; pero cuando deciden peinarla, encontramos diversos estilos y formas, que al ser consultados por algunos investigadores, nos citan tres orígenes conocidos sobre los peinados en el Chocó, a saber: Una fuente europea, una fuente indioamericana y otra africana, esta última, la más preponderante por la alta tasa de afrochocoanos oriundos de la región. Prima pro razones obvias de nuestro cabello que se llama biológicamente “ulotro” u “olotrico” de la herencia africana. Se han perdido los nombres de muchos peinados, pero toda la vida observamos algunos como pueden ser: “el sucedido”, que son moñas formando un gusanillo; el “Papindo”; el “Repelado”; el “Moñongo” que son otros peinados conocidos como moña en nuestra actualidad.

Debido al Alizer, han desaparecido las moñitas porque las mujeres imitan los peinados de las mestizas y blancas.

En la actualidad, las extensiones de pelo sintético y diversos productos importados para el cabello, solo hacen que perdamos nuestra verdadera identidad. Actualmente, hay un programa de recuperación de lo natural, pero aunque hay una nueva amenaza (las incrustaciones capilares con material sintético humano) es bueno recordar y motivar su utilización de los peinados arriba mencionados.

Lógica proporcional

Introducción a la lógica proposicional​

La lógica proposicional es una herramienta poderosa para comprender y expresar con claridad situaciones de la vida real. Nos permite traducir frases completas en proposiciones que pueden ser verdaderas o falsas, y a partir de ellas construir razonamientos más complejos. Así, describir un peinado deja de ser solo una acción estética y pasa a convertirse en una proposición matemática que puede analizarse, verificarse y combinarse con otras. Este enfoque abre una puerta al pensamiento deductivo: de lo simple a lo compuesto, de lo particular a lo general.

El lenguaje de esta lógica se compone de símbolos específicos, conocidos como conectivas y proposiciones. Las conectivas (~, ∧, ∨, →, ↔︎) cumplen el papel de unir, negar o condicionar las proposiciones, mientras que las letras (p, q, r, s, t…) representan enunciados simples, como “La niña tiene un peinado de seis moños”. Este sistema simbólico funciona como un alfabeto universal que permite escribir, analizar y comparar proposiciones de manera rigurosa, conservando la esencia de lo que se quiere expresar.

Las proposiciones simples son enunciados indivisibles, cada uno con un valor de verdad: verdadero o falso. Sin embargo, al combinar estas proposiciones con conectivas, se generan proposiciones compuestas que reflejan escenarios más ricos y complejos. Por ejemplo: “La niña tiene un peinado de seis moños y un crespo en cada moño”. Aquí se combinan dos proposiciones simples, logrando un enunciado más elaborado, que no solo describe, sino que también permite el análisis lógico y la deducción de nuevas verdades.

El contexto cultural de los peinados chocoanos se convierte en un escenario ideal para aplicar este modelo lógico. Decir “La niña tiene un peinado de corroscos de dos patas” es una proposición simple. Añadir “y además un peinado de seis moños” crea una proposición compuesta que puede evaluarse como verdadera o falsa según corresponda. De este modo, cada diseño capilar se transforma en un ejercicio de lógica, donde los símbolos y las conectivas reflejan la riqueza de una tradición cultural traducida en lenguaje matemático.

El análisis lógico no se limita a escribir proposiciones; también implica determinar su veracidad. Para ello, se utilizan las tablas de verdad, que muestran cómo cambian los valores (verdadero o falso) al combinar proposiciones con distintas conectivas. Estas tablas, lejos de ser un mero recurso abstracto, se convierten en una herramienta práctica para entender cómo cada detalle de un peinado —su forma, sus partes y su combinación— puede representarse de manera clara, lógica y verificable.

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